El gran desconocido.
Antes de comenzar a hablar sobre este maravilloso aceite vegetal de aguacate vamos a diferenciar las calidades dentro de los propios aceites vegetales.
Para que un aceite vegetal sea de calidad tenemos que buscar un aceite de primera presión en frío y a poder ser eco.
Desde un punto de vista comercial hay marcas que realizan la extracción de los propios aceites vegetales a temperaturas que van desde los 80ºC a los 120 ºC, para obtener un mayor rendimiento, de este modo las materias vegetales de base sufren una serie de tratamientos químicos muy invasivos (refinado, desengomado, desodorizado, decolorado) que privan a los productos finales de una parte importante de sus vitaminas, ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Los productos obtenidos son muy estandarizados y poseen una buena conservación, pero han perdido todas sus calidades nutricionales y sus propiedades cosméticas.
A pesar de ello, hay quien los llama «aceites virgenes«, «aceite bruto«, «aceite crudo», «aceite natural«….
La presión en frío es un método de extracción exclusivamente mecánico que se efectúa a baja temperatura, preservando así todos sus ácidos grasos, vitamina E y antioxidantes naturales, no necesitando ningún tipo de aditivo.
La primera presión nos da el autentico «zumo» oleaginoso puro.
El calificativo de «virgen» no puede ser atribuido a un aceite vegetal salvo que cumpla varios criterios:
- primera presión en frío
- clarificación por medios físicos o mecánicos
- ningún tratamiento de refinado físico o químico
El propio aceite virgen puede presentar una tasa de acidez que puede llegar al 3%, a diferencia del virgen extra que contiene menos del 1% de acidez. El calificativo «virgen extra» es una denominación que concierne únicamente al aceite de oliva.
Hasta aqui todo fácil pero, tenemos más cosas que añadir.
Un aceite vegetal es aquel que se obtiene generalmente por primera presión en frío de una semilla o un fruto oleaginoso. Este aceite es comparable con un «zumo» lipídico.
Sin embargo existen bastantes plantas que no pueden producir un aceite al ser prensadas y cuya acción beneficiosa para la salud precisa un procedimiento diferente de obtención de su aceite. Hablamos entonces de aceites de maceración o de macerados oleosos.
Es tan básico y tan complicado como macerar una planta (la parte que queremos usar de esta planta) y macerarla en un aceite «base» como por ejemplo el aceite de girasol. Esta maceración dura varias semanas. A continuación se filtra la preparación y se obtiene un aceite vegetal enriquecido con los principios activos contenidos en la planta: el aceite de maceración.
Algunos ejemplos de aceite de maceración son el aceite de árnica, caléndula zanahoria, hipérico…
Y todo bien explicado aquí, vamos a hablaros del aceite de aguacate. Disponible en nuestra web www.herboteca.es y en nuestra tienda física SUPERMERCADO ECOLOGICO EN SEVILLA HERBOTECA, en calle evangelista 29.
El aceite vegetal de aguacate (Persea gratíssima) es obtenido por presión y tratamiento del fruto del aguacate.
Más de dos tercios de ácidos grasos monoinsaturados (omega 9 y el famoso ácido palmitoleico, con propiedades hidratantes). Algo menos de un 10% de ácidos grasos poliinsaturados (omega 6). Un poco menos del 20% de ácidos grasos saturados. Numerosas vitaminas, sobre todo la vitamina E, beta-caroteno y polifenoles.
Tiene un color verdoso y una absorción media pero rápida.
El olor es suave y neutro, recuerda al del aguacate.
Tonicidad y protección
Un aceite muy hidratante para el cuerpo, el cabello y el cutis. Su agradable color verde, su olor neutro y su fácil absorción lo convierten en un aliado cosmético ideal para la belleza y el baño.
Es uno de los pocos aceites que contiene ácido palmitoleico, muy valioso para la protección de las membranas celulares. Este aceite suaviza y recompone como ningún otro las pieles finas y los cabellos secos y quebradizos. Y aún hay más: puede usarse en cocina para aliñar de una forma sana y original.